A lo largo de su presidencia, Joe Biden se apoyó en Kamala Harris, la ex fiscal y senadora frontal que eligió como vicepresidenta, para ser la voz de apoyo inquebrantable de la Casa Blanca en favor de los derechos de salud reproductiva.

Ahora, mientras los demócratas reconstruyen su candidatura presidencial a pocos meses de las elecciones, se esperaría que, de ser la nueva nominada, Harris adoptase una postura agresiva en apoyo al acceso al aborto, atacando al ex presidente Donald Trump en un tema que podría socavar sus posibilidades de victoria.

Biden respaldó a Harris el domingo 21 de julio cuando anunció su decisión de retirarse de la contienda.

Aunque Biden buscaba mantener el aborto como tema central de su campaña de reelección, defensores seguían teniendo dudas de que el presidente, un católico practicante que ha dicho que no es “muy partidario del aborto”, pudiera ser un abanderado efectivo. Especialmente mientras los esfuerzos republicanos erosionan el acceso al aborto y otros servicios de salud para mujeres en todo el país.

Por otro lado, Harris se convirtió en la primera vicepresidenta en visitar una clínica operada por Planned Parenthood Federation of America. Emprendió una gira nacional centrada en los derechos reproductivos. Y cuando el senador JD Vance de Ohio fue nombrado compañero de fórmula de Trump, Harris utilizó su siguiente mitín de campaña para criticarlo por bloquear protecciones para la fertilización in vitro.

“Lo más significativo es que Harris sería el rostro del impulso para proteger el derecho al aborto”, dijo Larry Levitt, vicepresidente ejecutivo de políticas de salud en KFF, organización sin fines de lucro de información de salud de la que KFF Health News es parte, en una entrevista antes de que Biden se retirara. “El acceso al aborto probablemente sería el tema central en su campaña”.

Una postura firme sobre el aborto no es el único gran contraste con el Partido Republicano (GOP) que ofrece Harris: tiene un gran conocimiento en política de salud. De niña, a menudo acompañaba a su madre al laboratorio donde trabajaba los fines de semana, como investigadora del cáncer de mama.

Durante su campaña presidencial en 2019, apoyó el “Medicare para Todos”, una propuesta de seguro de pagador único, que estableció sus credenciales como una voz más progresista en políticas de salud. Y como fiscal general de California, luchó contra la consolidación en la industria de la salud debido a la preocupación de que esto aumentaría los precios.

En abril, defendió una norma de la administración Biden que establece niveles mínimos de personal en los hogares de adultos mayores financiados con fondos federales.

“Se merece crédito, ha hablado de estos temas en la campaña. No veo ningún cambio en las prioridades sobre lo que los demócratas quieren hacer en salud si ella se convierte en la nominada”, dijo Debbie Curtis, vicepresidenta de McDermott + Consulting.

Un enfoque intensificado en la salud de la mujer y el aborto podría ayudar a consolidar a los votantes demócratas en la recta final hacia las elecciones.

Desde que en 2022 los tres jueces de la Corte Suprema nombrados por Trump ayudaron a derogar Roe vs. Wade, la opinión pública se ha vuelto en contra de los republicanos en el tema del aborto, incluso contribuyendo a un resultado inesperadamente pobre en las elecciones intermedias de ese año.

El 32% de los votantes dijeron que solo votarían por un candidato para un cargo importante que compartiera sus opiniones sobre el aborto, según una encuesta de Gallup realizada en mayo. Ese es un récord alto desde que Gallup hizo la pregunta por primera vez en 1992. Casi el doble de votantes que apoyan el aborto, en comparación con aquellos que se oponen al aborto, tienen esa opinión.

El 63% de los adultos dijeron que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, según una encuesta realizada en abril por el Pew Research Center. El 36% dijo que debería ser ilegal en todos o en la mayoría de los casos.

Mientras tanto, los republicanos han estado ansiosos por distanciarse de su propia victoria en este tema. Trump enfureció a algunos miembros de su base al decir que dejaría las decisiones sobre el aborto a los estados.

Sin embargo, defensores advierten que la nueva moderación por omisión del GOP en el tema enmascara su postura real, más extrema. Vance ha sido claro en el pasado sobre su apoyo a una prohibición nacional del aborto.

Y aunque la plataforma del GOP adoptada durante la convención del partido hace pocos días puede no pedir explícitamente una prohibición nacional del aborto, el reconocimiento de los líderes del partido de la “personalidad fetal”, la idea de que tan pronto como se fertiliza un óvulo se convierte en una persona con todos los derechos legales, crearía una prohibición automáticamente si la Corte Suprema la encontrara constitucional.

Esas opiniones contrastan con las de muchos republicanos, especialmente mujeres. Alrededor de la mitad de las votantes republicanas creen que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, según una encuesta nacional reciente de KFF.

Y la mayoría de las mujeres que votan por el Partido Republicano creen que el aborto debería ser legal en casos de violación, incesto o una emergencia durante el embarazo.

Si Harris encabeza la candidatura, se esperaría que enfatice esos temas en los próximos meses.

“Ha sido uno de los temas principales, si no el principal, que ha remarcado en el último año o dos”, dijo Matthew Baum, profesor Marvin Kalb de comunicaciones globales en la Universidad de Harvard. “Claramente, los republicanos están tratando de desactivar el tema. Ha sido un desastre para ellos”.

Es probable, sin embargo, que los republicanos presenten las opiniones de Harris sobre el aborto como extremistas. Durante el debate presidencial contra Biden, Trump afirmó falsamente que los demócratas apoyan los abortos tardíos en el embarazo, “incluso después del nacimiento”.

Poco después que se diera la noticia de que Biden había respaldado a Harris, Susan B. Anthony Pro-Life America emitió un comunicado criticando el historial de Harris y ofreciendo una muestra de lo que está por venir. “Mientras Joe Biden tiene problemas para decir la palabra aborto, Kamala Harris la grita”, dijo Marjorie Dannenfelser, presidenta del grupo.

Algunos encuestadores han dicho que Harris tendrá que hacer más que simplemente hacer campaña contra los esfuerzos republicanos para revertir el acceso al aborto para realmente motivar a los votantes: temas como la inflación, la economía y la inmigración, están compitiendo por atención.

“Tiene que decir que está luchando por una ley federal que restablezca Roe vs. Wade”, dijo Robert Blendon, profesor emérito de salud pública en la Universidad de Harvard. “Necesita algo muy específico y claro”.

La elevación de Harris a la cima de la candidatura llegaría en un momento crítico en la lucha por los derechos reproductivos.

La Corte Suprema escuchó dos casos de aborto en el término que acaba de finalizar. Pero los jueces no abordaron los méritos de los temas en ninguno de los casos, fallando en su lugar sobre cuestiones técnicas. Se espera que ambos regresen a la Corte Suprema tan pronto como el próximo año.

Harris también tendría una considerable libertad para hablar sobre lo que se considera los principales logros de la política de salud de la administración Biden.

Estos incluyen mejores subsidios en la Ley de Cuidado de Salud a Bajo precio (ACA) destinados a ayudar a los consumidores a obtener seguro de salud, que se extendieron, a través de la Ley de Reducción de la Inflación, hasta 2025, el límite mensual de $35 en copagos que algunos pacientes pagan por la insulina, y la negociación de precios de medicamentos en Medicare.

“Creo que está bien posicionada. Harris es parte central de la administración y podrá atribuirse el mérito de esas cosas”, dijo Dan Mendelson, CEO de Morgan Health, una subsidiaria de J.P. Morgan Chase.

Dicho esto, puede ser difícil para cualquier candidato lograr que los votantes se enfoquen en algunos de esos logros, especialmente en los esfuerzos relacionados con los precios de los medicamentos.

Aunque la administración ha tomado algunos pasos importantes, “nuevos medicamentos costosos siguen saliendo al mercado”, dijo Mendelson. “Así que si miras la percepción de los consumidores, no creen que el costo de los medicamentos esté bajando”.

Joseph Antos, del American Enterprise Institute, dijo que es probable que Harris diga que la administración Biden-Harris “ya le está ahorrando dinero a la gente” en insulina. Pero tendrá que ir más allá de estos logros y redoblar sus esfuerzos en los precios de los medicamentos y otros temas de costo, no hablar únicamente sobre derechos reproductivos.

“Tiene que concentrarse, si quiere ganar, en temas que tengan un amplio atractivo”, dijo Antos. “El costo es uno y el acceso a tratamientos es otro gran tema”.

Samantha Young de KFF Health News contribuyó con este informe.

Esta historia fue producida por KFF Health News, conocido antes como Kaiser Health News (KHN), una redacción nacional que produce periodismo en profundidad sobre temas de salud y es uno de los principales programas operativos de KFF, la fuente independiente de investigación de políticas de salud, encuestas y periodismo.