Con el fin de las licencias pagas por covid, empleados sienten la presión de ir a la oficina

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Tanto economistas como expertos en salud pública dicen que la licencia por enfermedad con goce de sueldo es una herramienta esencial, tanto como las pruebas, las máscaras y las vacunas, en el esfuerzo por prevenir la infección por covid-19 y mantener seguros los lugares de trabajo.

Sin embargo, Estados Unidos se encuentra en medio de otra temporada navideña con covid, y las leyes federales que ofrecían a sus trabajadores licencias pagas por enfermedad vinculadas a esta infección han expirado.

Colorado, Los Ángeles y Pittsburgh se encuentran entre una pequeña cantidad de lugares que han implementado sus propias protecciones contra covid. Pero alrededor del país, muchos trabajadores enfermos deben lidiar con difíciles cuestiones financieras y éticas al decidir si quedarse o no en casa.

“Millones de trabajadores no tienen acceso a licencias por enfermedad pagas y todavía estamos en una pandemia”, dijo Nicolas Ziebarth, economista experto en el mercado laboral de la Universidad Cornell.

Estados Unidos es uno de los pocos países industrializados que no tiene una política nacional de licencia por enfermedad paga. Por el contrario, Alemania, la patria de Ziebarth, ha tenido una durante casi 140 años.

La pandemia de coronavirus provocó un cambio a corto plazo. Según explicó Ziebarth, el Families First Coronavirus Response Act ordenó una licencia por enfermedad con goce de sueldo a nivel nacional, la primera en la historia del país.

La ley incluyó aproximadamente dos semanas de pago completo para los empleados que fueran puestos en cuarentena o que buscaran atención médica por síntomas similares a los de covid, y semanas adicionales con pago parcial para cuidar a un niño en cuarentena debido al virus.

Pero el mandato de licencia por enfermedad paga solo se aplicó consistentemente a los empleadores con 50 a 499 empleados, por solo nueve meses, y expiró a fines de 2020. Después, los empleadores pudieron decidir si querían seguir ofreciendo la licencia por enfermedad con goce de sueldo a cambio de créditos fiscales, aunque éstas expiraron a finales de septiembre.

Alrededor del 5% de los empleados en el país utilizaron esta protección federal, escribieron Ziebarth y sus colegas en la revista PNAS, y parece haber ayudado inicialmente a aplanar la curva de la pandemia. Pero no fue suficiente. La cantidad de personas que estaban enfermas, con cualquier enfermedad, pero que no podían tomarse un descanso pasó de unos 5 millones por mes antes de la pandemia a 15 millones a fines de 2020, incluso con la licencia federal vigente.

Las personas con los ingresos más bajos son las que tienen menos probabilidades de contar con licencias por enfermedad pagas, dijo la doctora Rita Hamad, epidemióloga social y médica de familia de la Universidad de California-San Francisco. “Nos quedamos con cualquier mosaico de políticas estatales y de empleadores que existían antes, que dejan a las personas más vulnerables menos cubiertas”, expresó.

La Ley Build Back Better, que fue aprobada en la Cámara de Representantes el 19 de noviembre y espera el voto del Senado, puede otorgar algunos permisos médicos y familiares pagos para que los trabajadores puedan lidiar con enfermedades de más largo plazo o con el cuidado de un ser querido, pero no incluye tiempo fuera del trabajo para recuperarse de una enfermedad de corto plazo.

Jared Make, vicepresidente de A Better Balance, una organización legal nacional sin fines de lucro que aboga por los derechos de los trabajadores, ha estado presionando a los legisladores federales, estatales y locales durante años para que amplíen la licencia por enfermedad con goce de sueldo y ha redactado una legislación modelo.

Make dijo que 16 estados, Washington, DC. y alrededor de 20 localidades tienen leyes permanentes de tiempo por enfermedad remunerado. Una de las más generosas, la de Nuevo México, entrará en vigencia en julio. Colorado, Massachusetts, Nevada, Nueva York y el Distrito de Columbia ofrecen licencias por enfermedad de emergencia específicas para covid, al igual que Pittsburgh y algunas ciudades de California, como Los Ángeles, Oakland y Long Beach.

En algunos lugares, los empleadores están tomando la iniciativa para abordar el problema. Una encuesta reciente de KFF con alrededor de 1,700 empleadores de todo el país halló que el 37% de los empleados trabajan en un lugar que expandió o comenzó a ofrecer licencias pagas, ya sea para recuperarse de una enfermedad o para ayudar a un familiar a recuperarse de una. Mientras tanto, al 1% de los trabajadores se les redujo o eliminó la licencia paga por enfermedad.

Aún así, las llamadas a la línea de ayuda legal gratuita de A Better Balance se han disparado desde que comenzó la pandemia, dijo Make. “Muchos trabajadores están arriesgando su trabajo o no tienen más remedio que ir a trabajar cuando están enfermos, y es un verdadero problema de salud pública”.

En agosto, los departamentos de salud pública locales en California pidieron a los líderes estatales que extendieran la licencia por enfermedad paga a todos los trabajadores, diciendo que no hacerlo desanimaba a las personas a recibir una vacuna contra covid y afectaba desproporcionadamente a las comunidades desfavorecidas.

Muchas personas que han evitado la vacunación temen sufrir efectos secundarios que las obligarán a faltar al trabajo durante uno o dos días, algo que no pueden permitirse, dijo Hamad.

Pero sin fondos federales para reembolsar a los empleadores, California y otros estados tendrían que encontrar dinero para pagar las licencias por enfermedad, y hay poco entusiasmo entre los legisladores por pasar los costos a las empresas.

“En nuestra opinión, es una brecha evidente que el gobierno federal no haya continuado con alguna forma de licencia por enfermedad de emergencia, ni siquiera por covid-19”, dijo Make. “Obviamente, es una gran deficiencia dado el punto en el que nos encontramos en la pandemia”.

Colorado, que está experimentando un aumento de casos de covid, aprobó el año pasado lo que Make, con sede en Denver, considera las protecciones de licencia por enfermedad por covid más sólidas que cualquier otro estado.

La ley, que permite a cualquier empleado ganar hasta seis días de licencia por enfermedad con goce de sueldo por año y entra en vigencia por completo en enero, dice que cuando los funcionarios locales, estatales o federales declaran una emergencia de salud pública, los empleadores deben complementar la licencia acumulada de los trabajadores para que el empleado pueda tomar hasta dos semanas de licencia por enfermedad paga por, en este caso, motivos relacionados con covid. La disposición de licencia de emergencia no vencerá al menos hasta febrero.

Sin embargo, algunos empleadores no la cumplen. A principios de noviembre, la División de Normas y Estadísticas Laborales de Colorado estaba investigando las quejas relacionadas con la ley de licencia por enfermedad que se presentaron contra 71 empleadores, según Eric Yohe, gerente de alcance. Eso representó alrededor del 8% de todas sus quejas salariales bajo investigación. Yohe dijo que su división ya había restablecido la licencia remunerada para “un buen número” de empleados bajo la nueva ley.

La ley de licencias de Colorado todavía tiene limitaciones. Los trabajadores no reciben “recargas” de la licencia por covid si se enferman de nuevo o un familiar se enferma: solo 80 horas en total desde enero de 2021 hasta que finalice la emergencia de salud pública. Y la ley permite que algunos lugares de trabajo obliguen a los empleados a utilizar su tiempo libre remunerado (PTO), siempre que notifiquen a los empleados con anticipación y ofrezcan al menos dos semanas de PTO a los empleados de tiempo completo.

Jamie Bradt, maestra de educación especial en una escuela secundaria en Mead, Colorado, se encontró en esa situación este mes después de dar positivo para covid. Bradt, que está completamente vacunada, pensó que podría aprovechar la licencia por enfermedad por covid sancionada por el estado. Pero su empleador, St. Vrain Valley Schools, le dijo que tendría que usar su PTO, que había estado guardando durante una década.

“Es tan frustrante que me estén castigando por acumular mi licencia”, dijo Bradt, que estuvo en cuarentena en su casa. El distrito no respondió a las preguntas.

Las políticas que obligan a los empleados a trabajar cuando están enfermos son contraproducentes, dijo Barbara Holland, asesora de la Society for Human Resource Management, un grupo comercial nacional. “Es una enfermedad contagiosa”, dijo. “No quieres que se presente en el lugar de trabajo”.

Desde que expiraron las disposiciones federales, Cristina Cuevas y sus colegas en una escuela de Minnesota deben usar su tiempo acumulado por enfermedad y vacaciones si contraen covid.

Recientemente, un compañero de trabajo de Cuevas fue a trabajar enfermo, asumiendo que era un resfriado. “De hecho, tuvo covid todo el tiempo”, dijo Cuevas. La escuela tuvo que cerrar brevemente y varios estudiantes se enfermaron, contó.

La corresponsal de California Healthline, Rachel Bluth, colaboró con esta historia.

Esta historia fue producida por KHN (Kaiser Health News), la redacción de KFF (Kaiser Family Foundation), que produce periodismo en profundidad sobre temas de salud. Junto con Análisis de Políticas y Encuestas, KHN es uno de los tres principales programas de KFF. KFF es una organización sin fines de lucro que brinda información sobre temas de salud a la nación.